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¿Por qué la energía eólica flotante es clave en el sistema energético verde europeo del futuro?

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El siglo XXI, que ya arrastraba del anterior el desafío de la descarbonización y la lucha contra el cambio climático, está siendo una época de cambios profundos debido a dos grandes sacudidas de ámbito global: la pandemia provocada por la COVID 19 y, cuando la economía global no se había recuperado aún, la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Como consecuencia, economía y sociedad están evolucionado a gran velocidad. Si la COVID dio un empujón a la digitalización masiva de empresas y hogares, la guerra de Ucrania y la crisis energética que ha generado están acelerando aún más el desarrollo de las energías verdes.

Aunque las consecuencias energéticas de la guerra afectan a todo el mundo, la preocupación es mayor en Europa, donde el 40% del gas que se consume proviene de Rusia. Los foros que tratan sobre la energía y la transición energética se multiplican y la UE y los distintos países  tratan de dar respuesta a la situación y adoptar más allá de medidas de contingencia, políticas que aseguren la independencia energética a largo plazo y la soberanía tecnológica, sin comprometer el medio ambiente.

Aquí se enmarca el compromiso de impulsar las renovables, no solo en tierra sino también y sobre todo, en el mar. La energía eólica marina es una fuente de energía limpia y renovable. Su papel en la producción de electricidad es cada vez más importante, debido a las características del viento en el espacio marino, a que los aerogeneradores marinos tienen una mayor capacidad de generación de energía que los terrestres, y a que cada vez hay más parques eólicos instalados en el mar.

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Según los objetivos la UE, la energía eólica marina debe alcanzar los 450 GW de capacidad instalada para 2050, lo que supondría una cuarta parte de la electricidad verde de Europa. Pero la realidad es que hoy por hoy la eólica marina sólo alcanza los 20 GW y al ritmo actual de nuevas construcciones todo parece indicar que como mucho se alcanzarían los 150 GW en 2050. Para alcanzar el objetivo de 450 GW es necesaria una aceleración en el ritmo de construcción de parques eólicos marinos.

Navantia Seanergies pone a disposición su experiencia como suministrador global, habiendo sido uno de los primeros actores en contribuir al desarrollo de la energía eólica marina en Europa. Es uno de los pocos socios industriales capaces de fabricar todos los tipos de cimentaciones metálicas para parques eólicos marinos.

Actualmente, la mayoría de los parques eólicos del mundo están compuestos por aerogeneradores sobre cimentaciones fijas que reposan sobre el suelo marino, de hormigón o metálicas, monopiles o jackets. Son parques que para su instalación requieren aguas poco profundas, como son las del Mar del Norte. En España, y en otros países, estas estructuras no pueden instalarse sobre el fondo marino sin generar un alto impacto visual, porque la plataforma continental es muy estrecha y las profundidades son grandes a poca distancia de la costa.

Sin embargo, desde hace unos años, se ha puesto en marcha otro tipo de tecnología, la de cimentaciones flotantes gracias a las cuales los aerogeneradores pueden instalarse en aguas profundas. La energía eólica marina flotante, aún incipiente, cuenta con 7 GW de capacidad instalada, según el World Forum Offshore Wind, en parques aún pre-comerciales. Pero ya ha demostrado ser más eficiente aún que la flotante fija. La fuerza del viento tiene gran potencia en el medio marino. Su velocidad y frecuencia es alta y regular, porque no encuentra obstáculos. Además, por hallarse más lejos de la costa, donde no existe el impacto visual para las poblaciones costeras, los aerogeneradores pueden ser de mayores dimensiones y captar aún más energía del viento.

Navantia Seanergies es pionera en estructuras eólicas flotantes y ha construido hasta la fecha el 85% de las estructuras pre-comerciales flotantes existentes en Europa (11 de las 13 conectadas a la red de distribución). La tecnología avanza de manera constante y eso hará posible un gran despegue de la flotante en los próximos años. Sus previsiones de crecimiento son del 50% anual hasta  2025. De hecho, se está planteando también la construcción de subestaciones flotantes. Actualmente hay campos eólicos flotantes en Escocia (Hywind y Kinkardine) y Portugal (Windfloat Atlantic).